Radio Ach’ Lequilc’op

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¡El 21 de marzo de 2015 arrancamos la estación, que venga lo bueno!

Te jun scha’winic yu’un marzo yu’un 2015 ya xhach te a’tel li’i ta Ach’ LequilC’op

 

Les compartimos unas palabritas de nuestro arranque. (ch’aybon ta awo’tanic ma’ to c’asesel ta bats’il c’op, ya to jpastic)

 

 

Los pueblos maya, tseltales ch’oles y tsotsiles son conocidos en el mundo por sus resistencias de los últimos años. Y sí, el valor de ello es importantísimo, pero para nosotros hubo una resistencia más importante, que duró cientos de años. Mantuvieron viva su palabra, y en ella, mantuvieron viva su sabiduría.

Con mi jnohpteswanej Eugenio, una de las primeras cosas que aprendí al llegar aquí fue la raíz de la palabra importancia Sc’oblal» que tiene su raíz en «C’op» palabra, es decir, cuando algo es palabra, cuando algo es hablado, es importante.

La palabra importante, la sabiduría, se mantuvieron vivas todos estos años gracias a que nunca se silenció. Y esta región ha sido especialmente revolucionaria en este aspecto, pues ha convertido la palabra tseltal en palabra escrita. Desde la Biblia hasta los pequeños acuerdos comunitarios, hoy se escriben la palabras en esta región, y eso es algo que rara vez sucede en los pueblos indígenas del mundo, es parte fundamental del resistir y fortalecer la sabiduría.

Hoy queremos dar otro paso revolucionario queremos escribir para siempre la sabiduría de las palabras en ondas de radio. Dejar de ser una lengua en peligro, para ser una lengua de fuerza y autonomía, a que sea una lengua de orgullo que cada vez más quieran aprender y tengan curiosidad por explorar sus conocimientos.

¿Pero cómo se logra eso? Hoy 21 de marzo contaremos la historia de cómo esto pasó de ser sueños a ser palabras que vuelan. Hoy queremos compartirles cómo esta radio fue construida con el apoyo de cientos de personas que pusieron tiempo, fuerza y corazón para hacer esta casa, esta radio, donde se comparten las palabras importantes de este pueblo.

No importa cuanto sepamos de una estación, siempre es sorprendente cómo funcionan. Cómo vuelan de estos micrófonos palabras e ideas hasta los oídos de miles de personas. Pero, hay otra cosa que quizás no sepan; parte de la señal que emitimos, parte de estas palabras que echamos a volar, no llegan a la tierra. La mayoría se va a las montañas y a nuestros receptores, pero una pequeña parte se escapa al cielo y de ahí se sigue volando… para siempre. Hoy hemos empezado a escribir la sabiduría de las palabras de nuestros pueblos mayas en ondas de radio, y estas ondas, cuando pasen años, miles y millones, cuando la tierra haya cambiado y la humanidad se haya ido, cuando el sol se haya apagado, esa señal, esa sabiduría de nuestro pueblo seguirá viajando por el universo, esperando a que alguien la reciba. Hemos escrito en el universo la sabiduría de este pueblo.

La Radio Ach’ Lequil C’op es indígena tseltal, ch’ol, tsotsil y caxlana, es campesina, es rural, pero sobretodo es comunitaria. Y en la construcción de lo comunitario está el fortalecimiento del buen vivir. Y en esta radio debemos de tener claro que la radio es de todos, de quien la trabaja pero también de quien la escucha y de quien la piensa. La radio es la palabra compartida y la sabiduría preservada.

La radio es para unirnos, en armonía, por lo que es nuestro. Para compartir, trabajar y ponernos de acuerdo. Para la defensa de nuestro territorio, para encontrar la paz y la armonía.

Y es verdad que esta estación no es la primera, ni será la última radio comunitaria Tseltal. Pero sí pensamos que después de esta radio las cosas van a cambiar para siempre. Todavía ni siquiera empezamos y ya nos están copiando ideas en la región. Pensamos que de ahora en adelante, la manera en que se conciben las estaciones comunitarias o indígenas, ya nunca será la misma. Y no sólo porque ya no usamos cartón de huevo en las paredes, sino porque ahora son algo ambicioso, sorprendente y maravilloso, algo grande y algo que transforme nuestras comunidades. Desde hoy 21 de marzo, tiene que cambiar cómo nos imaginamos las estaciones de radio comunitarias.

Finalmente recordemos que, si la radio no nos hace reír y bailar, si la radio no nos hace llorar y sorprendernos, lo estamos haciendo mal. Y esto, que la radio tenga vida, es responsabilidad de los que la trabajamos, pero también de quienes la escuchamos.

 

Hocolawalic

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